Se levantó la mañana muy fría, diamante negro pensó que esa clase de frio encoje todo, todo minimiza poniendo a los cuerpos una dosis de conservación.
Todo era vapor donde a penas de veía nada, él al salir de la bañera comenzó a regatear el vaho, se fijó en lo apetitoso que había dejado su baño, entonces no se lo pensó y se volvió a meter en el agua cubierta de espuma y perfumada de sales, sólo debía invertir un poquito más de tiempo en darse gusto, disfrutar del calentito del agua y porque no! Podía masturbarse, ahora con la calidez de aquella ambrosía, siempre sería más agradable.
Comenzó por suavizar sus muslos, acariciándolos con sus manos rugosas
y estriadas por el largo contacto directo con el agua durante tanto tiempo. Alimentaba su mente de ensoñaciones con hembras diversas, nunca lo hizo pensando en ella, en su musa. Utilizaba su base de datos repleta de mujeres, unas conocidas otras sin embargo sólo vistas una o dos veces. Estimuló cada uno de sus músculos, llegó acariciándose a zonas mucho más erógenas. Notaba cómo su miembro muy poco a poco iba endureciéndose y tomando un aspecto mucho más grueso.
Masageó toda la zona testicular, primero con sumo cuidado pero después con trato enérgico y voraz como si de un amasijo de carne se tratara. Estrujaba su bolsa dejando escapar los testiculos, primero dejaba salir a uno después a otro y así repetidamente hasta alcanzar la total rigidez del miembro que hacía de boya entre una nube de espuma.
Contemplaba su glande enrojecido y viscoso cada vez más grueso, pronunciando meticulosamente todas sus formas.
Intercambiaba imágenes de chicas en su mente sin poder concentrarse solamente en una. Esto le despistaba! Enfurecido cerraba los ojos forzando una concentración mayor, cada vez que veía una imagen clara de alguna chica, entraba en su mente su musa, la de siempre, su amor; eso le perturbaba... Así que no pudo culminar su masturbación. Preocupado salió de la bañera con su miembro aún erecto y dando saltitos por el bombeo inconsciente de la sangre.
Aturdido y no menos que preocupado se secaba, mientras encontró otro hueco para acordarse nuevamente de ella...
jueves, 8 de enero de 2015
Un baño con ella...
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