domingo, 4 de enero de 2015

La inconsciencia hecha realidad

Nunca pude averiguar el porque de mi acto, el porque de mi pensar, el porque de mi sinrazón… El caso es que cuando la vi se me fué mi consciencia y entré en un estado delirante, como si estuviera poseído. Lo que nunca puedes creer y nunca crees que te pueda suceder, es muy raras veces lo que ocurre…  No quería que ella saliera de aquel establecimiento, yo la esperaba fuera, indefenso sin brío y a su merced.
Pensé entonces en todas mis locuras de jovenzuelo y casi me emocioné, aún cuando tuve un momento de lucidez pensé de nuevo en ella.
Yacía en rededor mio un halo de energía que me tenía totalmente cautivado, es más! Alucinado. No veía el momento de verla aparecer, sin embargo cada segundo parecía una condena más de esta horrible pero a la vez adorable situación.

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